Cuando nos decimos a emprender un negocio o durante la andadura del mismo, nos planteamos entre otras, la eterna duda de si hacerlo como persona física o a través de una sociedad.
Muchas veces, la balanza se inclina del lado que entendemos más económico o con menos requisitos para funcionar, pero en muchas más ocasiones de las que pensamos, esa balanza resulta no estar bien calibrada y lo que entendemos como óptimo, en realidad, no lo es.
Imprescindible para la toma de esa decisión es proceder al análisis de cuestiones como la limitación de la responsabilidad, inexistente en el caso de los autónomos; la imagen corporativa y de la que se ofrece a terceros, que mejora cuando nos presentamos como empresa; los impuestos que se generan y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos, progresivo frente a fijo; así como un largo etcétera que nos permitirá equilibrar nuestra balanza y que el peso caiga, ahora sí, del lado de la mejor solución.
Desde Bloem despejaremos tus dudas y haremos que tomes la mejor decisión porque tu éxito, es nuestra meta.
